El Nuevo Feminismo y sus nuevos limites
- Agustin Zapata

- 14 dic 2018
- 5 Min. de lectura
Después de tantos eventos que están pasando, que se están mostrando acá en la República Argentina, que toca cada vez más y más fuerte, hoy quiero hablar de un tema que viene creciendo.
Más que un tema, es un movimiento, una nueva clase de revolución. Un Nuevo Feminismo, un despertar, como un grito desgarrador y lleno de rabia, al cielo.
Pidiendo igualdad y justicia.

Quiero dejar varias cosas en claro. Esto es solo una opinión mía y esta lejos de ser la verdad absoluta. Y algo que quiero añadir es que buena parte de porque hago esta opinión fue por un hecho que paso, una acusación de violación que ocurrió en la televisión argentina y me movilizó fuertemente.
No por vivir algo parecido, sino por la emoción que sentí, el ver todo, como todas las chicas y mujeres se unieron de una manera tan... no sé, no me sale la palabra pero el punto es que realmente me movilizó y quería hacer esto, ya que, desde hace muchos meses, estoy viendo esto por todos lados y simplemente, me mantuve aparte, más que nada porque era algo hecho por ellas para ellas, reclamando los que le realmente les pertenece como seres humanos, igual que los hombres y uno, siendo hombre, no siento que mi opinión valga tanto como la de ellas, que son las que lo sufren en carne propia.
Más ellas que los hombres, a eso me refiero.

Y todo este movimiento renacido, renovado en cierta forma, ha crecido y no ha parado de crecer en todo el mundo. En donde quieras verlo, hay marchas, reclamos, denuncias y más de las mujeres.
En Argentina, Latinoamérica, España, Estados Unidos y mucho más.
Pero esto no es algo que se inició ahora o hace menos de un año. Esta lucha de las mujeres viene desde hace tiempos inmemorables, muchísimas décadas, luchando y reclamando tener los mismos derechos que los hombres, ya sea para votar, para tener el mismo salario, el mismo respeto que a ellos.
La lucha de la mujer contra la opresión, contra el miedo, contra la injusticia, fue interminable y lo sigue siendo hasta hoy.
Pero, ¿por que hoy se siente tan diferente a como era antes? Porque ahora ya nadie se calla. Ya ninguna de ellas quiere sentir más miedo, más dolor, más rabia por no pedir decir que sufrieron un acoso o algo mucho peor y la gente, los hombres machistas piensen que se pasan de la raya y las tilden de locas, exageradas y cosas similares.
Lamentablemente, todos (o casi todos, hay muy poquitos afortunados) no fuimos educados en una base más igualitaria. Se nos enseño que el hombre siempre era más importante porque era capaz de muchas más cosas que las mujeres.
Un simple ejemplo, son los empleos. ¿Cuantas jefas mujeres había antes? ¿Por qué una mujer podría hacer fabricas? ¿Manejar empresas? ¿Crear sus propios negocios? ¿Pelear codo a codo con sus colegas hombres si los hombres tienen más capacidad?
Eso no tiene sentido.
Mucha de la música, las películas, teatro, libros, todo. Está muy naturalizado que el machismo es lo predominante y que la mujer no es capaz de llegar tan alto que los hombres.
Yo ahora, me hago una pregunta que se acaba de ocurrir. ¿Como llegamos a esto?

¿Como llegamos a denigrar de tal manera a las mujeres y faltarles tanto el respeto? O peor, muchísimo peor.
Porque hay chicas, hay mujeres que mueren diariamente, asesinadas, violadas, masacradas, por los hombres. Sus padres, hermanos, parejas, cualquier familiar, incluso un completo desconocido.
Mujeres con discapacidad, embarazadas, madres con hijos. Dios, ¿Como pudimos hacerles pasar por esto? ¿Como la humanidad permitió esto?
Ya sé que dirán "pero es que todos sufrimos, mucha más gente muere, etc". Pero hombre, dios.
Hay miles de mujeres que están con vida y tienen miedo de morir. Incluso algunas que desearían estar muertas por el miedo, el terror, el horror.
Como dicen muchísimas, ya no pueden salir a la calle siquiera, vestidas como se les de la puta gana. ¿Y todo por que? Porque algún pelotudo viene con un "piropo" asqueroso, denigrante. Algunos las persiguen y se hacen casi los dueños de ella, como si ellas nos pertenecieran. NO.
NO. ESO NO ES ASÍ.

Nadie pertenece a nadie. Todos somos libres. Libres de elegir que hacer con nuestras vidas, nuestros cuerpos, nuestras decisiones.
Miren, voy a ser 100% sincero con ustedes. Yo, por redes sociales, he visto todo el movimiento feminista que se está produciendo en España y es impresionante lo que están produciendo.
Otra cosa que quiero decir es que, ya yendo muy puntual a la situación en Argentina, yo realmente no le creí a Calu Rivero, una actriz, que acuso de acoso a otro actor, que no quiero mencionar porque ya fue; y no le creí por pensar que ella buscaba eso, que hablarán de ella, algo de fama o yo que sé o simplemente porque no le veía sentido.
Estaba muy cerrado en mi pensamiento marcado, más machista.
Pero, hace 2 días, cuando otra actriz llamada Thelma Fardin, a quien recuerdo de Patito Feo, una tira juvenil muy conocida acá, acusando y denunciando al mismo actor y de algo mucho peor, un abuso sexual y al ver y escuchar su vídeo, sentí una sensación tan horrible, tan llena de culpa y tristeza por ella, que simplemente me negué a creerle cualquier cosa al actor, que intenta defenderse.
Para ser honesto, lo reconozco más a él que a ellas dos, pero fue tan chocante, me dejo tan impactado que simplemente no contuve la emoción de querer contenerla, de abrazarla y consolarla porque no puedo ni imaginar ni sentir el horrible trauma que debió haber vivido, haber pasado todos estos años, ocultándolo.
Y es ahí cuando me doy cuenta de lo bajo que hemos caído de no atrevernos a escuchar cuando es debido y prácticamente, obligarlas a callar algo que deberían decir pero simplemente no puedo por una sola cosa. MIEDO.
Y comprensible, porque, deberán pensar "¿como van a creerme? ¿por que me creerán?"
Y debe ser agobiante y doloroso, para todas.

Ahora, seguro dirán, ¿por qué puse en el titulo "sus nuevos limites"?
Es un dicho por mí, algo ambigüo.
Primero, vamos por lo que yo veo de malo en este nuevo feminismo.
Digamos que esto no incluye a todas las mujeres, solo a un grupo pero de cierta forma, incluye a todas.
Ha habido cierto feminismo muy extremista, muy malintencionado, que, por desgracia, queda en el pensamiento de muchas personas. Cosas como el exagerar en ciertos reclamos y a veces, tornarse violentas con hombres que no hacen nada, son cosas que demuestran que, en cierta manera, deberían bajar un cambio. Las llamadas "feminazis".
Sobre todo y creo que podría sonar muy machista esto pero el culpar al hombre de absolutamente todo, diciendo que todo es "extremadamente machista" no termina de ser algo bueno.
Es algo peor en cierta forma, porque terminan deformando más todavía el movimiento tan potente que están generando, con otro tipo de violencia. No todos los hombres son machistas ni toda la sociedad es asquerosamente machista.
Algunos saben hasta que punto sienten que pueden apoyar a las mujeres y otros, lo hacen completamente. Deben luchar cuando es debido y por ustedes, no contra los hombres.
Si deben condenar a un hombre por violación, háganlo, el hijo de puta es él. Pero no pongan todo en la misma bolsa.

Y por el lado bueno, es que ahora, ustedes, chicas, adolescentes, mujeres, llevaron al feminismo a limites aún más grandes, yendo aún más lejos, pidiendo justicia, pidiendo igualdad, pidiendo respeto.
Están, POR FIN, alzando la voz y con lagrimas en los ojos pero tomadas de la mano, pidiendo, rogando, gritando, ser escuchadas.
Sigan llevando esos limites aún más alto, aún más lejos. Sigan rompiendo los limites, sigan pidiendo por lo suyo, por lo que les pertenece.
Después de muchísimos años calladas, ya es hora de empezar a reclamar en serio.
Luchen por ustedes, por las que no están y por las que seguirán después de ustedes.
Por un futuro más igualitario, en que la mujer sea tratada igual que al hombre o incluso, en ciertos aspectos, mejor aún. En todo el mundo.
Te diría mil frases ahora. #NiUnaMenos #MeToo #MiraComoNosPonemos
Sigan así, que unidas son más fuertes y eso siempre se demostró en la historia de la humanidad. Hagan historia, que ya es hora, es su hora de hacer historia.





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